Fiestas y culto a nuestra señora de las Angustias, Patrona de Granada

Origen del culto a Nuestra Señora de las Angustias

La reina Isabel I de Castilla, La Católica, era devota de Nuestra Señora de los Dolores, en el misterio de tener, al pié de la Cruz, a su Hijo muerto en brazos; cuando llegó a Granada trajo un cuadro, lienzo sobre tabla, donde se representa esa escena, y donde aparecen, detrás de la Virgen, San Juan Evangelista y San Juan Bautista, en memoria de los padres de los Reyes Católicos. A ambos lados de la Virgen con su Hijo muerto figuran los Reyes Católicos en actitud orante.

Al parecer la reina trajo esta pintura y cuando entró a Granada, en enero de 1492, organizó una misa en la mezquita llamada “Taubín” o de los Conversos, convirtiéndola en iglesia con el nombre de San Juan de los Reyes, por ser la primera que se consagró en Granada, con la advocación de los dos santos que vienen representados en la mencionada pintura. Por otra parte, en 1501, aparece ya construida una ermita, cerca de la entrada a Granada por la zona del río Genil, como ayuda de la parroquia de San Matías. Varios autores antiguos, de entre ellos D. Antonio Sánchez Arce y Peñuela, apoyan la teoría que en el sitio de la ermita existió una tribuna (o capilla en una puerta de entrada a una ciudad) con otra tabla que los Reyes Católicos dejaron depositada en memoria de las angustias pasadas en el asedio y conquista de la ciudad. Otros autores opinan que los Reyes fundaron la ermita en ese lugar por ser el sitio donde contemplaron Granada el día de su entrada a la ciudad.

Con Felipe II, en 1567, se ordena construir una nueva ermita, comenzando las obras en 1570. El hecho de que D. Juan de Austria, hermano de Felipe II, se inscribiera como cofrade en una sencilla hermandad de huertanos y en una ermita extramuros de la ciudad, bien pudiera significar el interés que había despertado la milagrosa imagen de la Virgen de las Angustias y la leyenda que existe en torno a su misteriosa aparición. D. Juan de Austria, al igual que sus abuelos cuando vinieron a Granada, era devoto de Nuestra Señora y haciéndose hermano de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias se puso bajo su protección en la lucha contra la rebelión de los moriscos en 1568. El rey Fernando VI tomó bajo su protección la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, y por Cédula Real de 26 de febrero de 1747 la declara Real Patronato, haciéndose hermano mayor perpétuo.

Leyenda de la imagen de la Virgen

La imagen actual que hoy ha sufrido transformaciones a lo largo de la historia y su origen es desconocido. Hay varias leyendas sobre la aparición de la milagrosa escultura.

En cuanto a la representación iconográfica de la Virgen de las Angustias, en las mencionadas Constituciones de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, se la representa como una Dolorosa, con túnica y manto azul morado, de rodillas, con alguna inclinación de la cabeza hacia el hombro derecho, y tiene siete grandes espadas atravesándole el pecho. Según cuenta la tradición, la estatua que apareció en la ermita era una Dolorosa que está de pié y tiene las manos juntas en el pecho. Ni la cruz ni la mesa con el Hijo muerto están representados. A partir de 1614 si aparecen ya pinturas donde se ve la Virgen teniendo a su Hijo muerto en su regazo, la Cruz a sus espaldas y los ángeles y demás atributos de la pasión.  El cambio en la iconografía pudiera ser debido a que se copiara la imagen de la pintura de la iglesia de San Juan de los Reyes, o bien a  influencia de la pintura de Nuestra Señora de las Angustias del convento de la Concepción de Toledo, pues con motivo del viaje que hicieron unos cofrades para averiguar el origen de la imagen, es posible que les gustara la pintura de allí.

El nombre de Angustias aplicado a la Virgen, se refiere al misterio de los Dolores de la Virgen. El acto de tener a su Hijo en los brazos muerto se suele denominar la Quinta Angustia. La Virgen de Granada se denomina Nuestra Señora de la Quinta Angustia, a diferencia de la de Toledo que es de las Siete Angustias, pues lleva siete espadas clavadas. Tanto el nombre de Virgen de las Angustias como la imagen de la Virgen con el Hijo muerto en su regazo y la Cruz a sus espaldas ha sido siempre un referente de Granada, de la devoción que le profesa a su Patrona como defensora y amparo de la Ciudad.

Nombramiento de Patrona de la Ciudad

La larga tradición sobre la el amparo y protección que ha realizado la Virgen de las Angustias en catástrofes tales como sequías (1849, 1859, 1882…), terremotos (1804, 1826 1884…), plagas de langosta (1709, 1757…), epidemia del cólera (1834, 1855, 1885…)…culminó con los terremotos de 1884 que asolaron numerosos pueblos: Alhama, Arenas del Rey, Albuñuelas, etc., librándose Granada de tal calamidad; el Ayuntamiento hizo un Voto de la Ciudad. Con este motivo, habiendo recabado información y opinión a todas las corporaciones y a todos los feligreses granadinos, el 18 de febrero de 1885, el Excmo. Ayuntamiento de Granada, siendo Alcalde Presidente D. Joaquín Gavilanes, solicita al Papa que se declare Patrona de la Ciudad de Granada a la Virgen de las Angustias. A esta petición se sumaron las del Sacromonte, Capilla Real y todas las comunidades religiosas, saliendo para Roma todo el proceso, con el visto bueno del Arzobispo de Granada, D. Bienvenido Monzón. El 5 de mayo de 1887, el Papa León XIII concede la gracia de nombrar Patrona de Granada a la Virgen de las Angustias, y en 1889 todas las corporaciones y congregaciones que habían solicitado tal gracia, decidieron celebrar unas fiestas solemnes, que tuvieron lugar el 27, 28 y 29 de abril.

Coronación de la Virgen

A finales de 1912, se pensó en solicitar a Roma, en nombre de la Ciudad y del Clero de Granada, la Coronación Canónica de la Virgen de las Angustias, siendo bien recibida la noticia en toda la ciudad como lo demuestran los comentarios de los periódicos. Se abrió una suscripción para sufragar los gastos de la corona.

 

1923

El Papa Pío X concede la Coronación el 5 de mayo de 1913. El sábado, 20 de septiembre de 1913, sobre una tribuna en el Embovedado, el Arzobispo de Granada, D. José Meseguer y Costa, procedió a la Coronación de la Virgen, asistiendo al acto la Infanta Isabel, con mantilla blanca, en representación del Rey, los Prelados de Madrid-Alcalá, Murcia, Jaén y Guadix, el Clero, con representaciones de diversas corporaciones, la Corporación Municipal, El Gobernador Civil, el Gobernador Militar, y el Presidente de la Diputación Provincial.

 

 

 

 

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